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Una carroza llena de pasteleros, dulces… y mucha ilusión   


Eran casi las nueve y media de la noche del pasado 5 de enero cuando el camión blanco y azul de Bernardo volvía a salir de nuestro colegio. La lluvia continuaba cayendo tímidamente, como si se avergonzara de haberse presentado al final de la cabalgata sin haber sido invitada y de haberse quedado hasta el final de la fiesta sin nuestra aprobación. Por última vez todos miramos aquel camión que, de nuevo en la calle, parecía convencional pero del que sólo nosotros conocíamos su ilimitada capacidad de transformación, sus poderes mágicos. Nuestra mirada era un poco incrédula tras haber asistido una vez más a su metamorfosis... aunque incrédula sin razón, porque todos nosotros habíamos sido partícipes de aquel pequeño milagro que habíamos construido con muchas planchas de poliexpan, kilos de pintura, cajas llenas de caramelos y confeti, altavoces y equipo de música, bombillas, cuerdas, cinta americana, pegamento de contacto… y que circuló durante tres horas cual pastelería móvil, la de nuestro Parque, gracias a las toneladas de ilusión que habíamos invertido en él.

 
El AMPA del CEIP El Parque ha participado un año más en la Cabalgata de los Reyes Magos en Rivas. El tema escogido esta vez era una pastelería y nos disfrazamos de pasteleros para endulzar un poco más la llegada de los tres Reyes Magos. La cabalgata fue un paseo en el que todos los niños (los que tiraban caramelos desde el camión y los que se agolpaban en los bordillos de las aceras) disfrutaron de una tarde maravillosa y mágica, llena siempre de expectativas y de esperanza, y en la que los mayores revivimos recuerdos de la infancia, esa verdadera patria del hombre de la que habló el poeta Rilke. 

Antes de aquella tarde, el trabajo invertido había sido enorme y repartido entre todos los padres y alumnos del colegio que se habían sumado a la iniciativa del AMPA. Pasamos muchas tardes en la sala de profesores dibujando, recortando y pintando decenas de adornos sin los cuales no habría sido posible la transformación del camión en pastelería. Fue alentador participar codo con codo todos juntos. Ahora que muchos hablan de la pérdida de esperanza y de sueños, de la rebaja en la calidad de nuestras expectativas y anhelos, fue increíble sentirnos otra vez agrupados bajo una ilusión común, la de hacer felices a otros, la de hacerles un gran regalo y la de alegrarnos nosotros también por el reto alcanzado. 

Niñas y niños que colorearon pasteles y galletas de delicioso poliexpán, madres y padres que colaboraron con sus bebés al lado, todos robándole tiempo a sus rutinas diarias y ganándoselo a las malas noticias y a las incertidumbres para que aquel conjunto de materiales conformara una máquina para los sueños: una pastelería mágica, resplandeciente a los ojos de todos los niños de Rivas... Y el día anterior a la cabalgata, sábado, en una nave industrial donde el experimento iba cobrando vida y dejaba de ser un proyecto. Y los últimos retoques del domingo por la mañana. Todo para que a las cinco y media de la tarde del domingo, junto al Auditorio Miguel Ríos, la carroza estuviera preparada. Se encendieron las luces y la música, los pasteleros (niños y mayores) subieron a la pastelería al tiempo que otros cuidaban de la seguridad durante el trayecto. Cuando todo estuvo listo, sólo hubo cabida en nuestra cara para un gesto: el de la satisfacción y el de la alegría.

 Unas horas más tarde todo había terminado. ¿Todo? Mientras terminábamos de recoger y de devolver al camión su aspecto, sentíamos que aquello había sido una muestra más de la maravillosa capacidad de transformación de la realidad que tiene la ilusión, que tenemos todos nosotros: camiones en pastelerías, pintura en caramelos, plástico en bizcochos, bombillas en estelas de estrellas de Oriente. ¿Y no sería una lástima que pasara un año más, hasta la próxima cabalgata, sin que se aprovechara todo este potencial, toda esa capacidad de transformación del mundo que nos rodea? Esperamos que vuestras propuestas para invertir esta ilusión, para seguir cambiando la realidad, sigan llegando y lleguen al AMPA. 



Animaos y participad en nuestra asociación que tiene su principal razón de ser en la participación activa de todas las madres y padres del colegio. Os estamos esperando.




Feliz Año 2014

Comentarios

  1. Preciosa carta, me ha encantado.No habria mejor forma de contar lo que vivimos.

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  2. Ole, Ole y Ole, que bien no lo pasamos....

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